Al caer la tarde mirando al cielo
al Padre rogabas pidiendo perdón
para aquel que prepara el madero
y a golpe de clavo hiere tu corazón.
En la fría roca esperas tu muerte
pero en tu mirada tan sólo hay amor
y en tu frente se clavan espinas
y corre tu cuerpo un inmenso dolor.
Padre mío, Padre de las Penas
penas de mi alma que quiero borrar
y ver que son rosas aquellos clavos que
rompen tus manos y florece la paz.
1 comentario:
MUY BUENA LA IDEA ME GUSTA BASTANTE EL BLOG VAMOS A DARLE PARTIDO SEÑORES ENORABUENA AL CREADOR.
Publicar un comentario