martes, 20 de julio de 2010

Oídoooo....Velá de Santa Ana


Con motivo de la Velá de Triana este jueves 22 de Julio a las 21:30 horas, nos reuniremos como cada año en la Caseta de la Hermandad de la Estrella.
Seguimos Trianeando

lunes, 19 de julio de 2010

Santa Justa y Rufina


Estas dos santas fueron dos hermanas que nacieron en TRIANA - Sevilla, en el seno de una familia muy modesta pero de firmes costumbres y sólida fe cristiana.

En aquella época España era dominada por los romanos, y con ellos, la idolatría y la corrupción. Mientras tanto las dos hermanas se conservaban en santidad y pureza de costumbres, empleando todo su cuidado en conocer el Evangelio, en su propia santificación y en beneficio de sus prójimos. Todos los años celebraban los idólatras fiestas en honor de Venus, recordando la tristeza de ésta en la muerte de su adorado Adonis. Las mujeres recorrían las calles de la ciudad llevando al ídolo en sus hombros, importunaban a todos y les pedían una cuantiosa limosna para la festividad.

Al llegar a la casa de Justa y Rufina, les exigieron adorar al ídolo; las dos santas se negaron y las mujeres, enfadadas, dejaron caer el ídolo rompiendo muchas vasijas. Las santas, horrorizadas por ver en su casa un ídolo, cogieron el ídolo y lo hicieron pedazos, provocando la ira de losidólatras que se lanzaron contra ellas.

Diogeniano, prefecto de Sevilla, las hizo prisioneras, las interrogó y las amenazó con crueles tormentos si persistían en la religión cristiana, a la vez que les ofrecía grandes recompensas y beneficios, si idolatraban a los ídolos. Las santas se opusieron con gran valor a las inicuas propuestas del prefecto, afirmando que ellas sólo adoraban a Jesucristo. El prefecto mandó que las torturasen con garfios de hierro y en el potro, creyendo que cederían ante los tormentos, pero ellas soportaban todo con alegría y sus ánimos se fortalecían a la vez que crecían las torturas. Mandó entonces a encerrarlas en una lóbrega cárcel y que allí las atormentasen lentamente con hambre y con sed. Pero la divina Providencia les socorría y sustentaba con gozos inefables, según las necesidades del momento, provocando el desconcierto de los carceleros. Luego, el prefecto quiso agotarlas obligándoles a seguirle descalzas en un viaje que él iba a hacer a Sierra Morena; sin embargo, aquel camino pedregoso era para ellas como de rosas. Volvieron a meterlas en la cárcel hasta que murieran. Santa Justa, sumamente debilitada, entregó serenamente su espíritu, recibiendo las dos coronas, de virgen y de mártir. El prefecto mandó lanzar el cuerpo de la virgen en un pozo, pero el obispo Sabino logró rescatarlo.

El Prefecto creyó que, estando sola, sería más fácil doblegar a Rufina. Pero al no conseguir nada, mandó llevarla al anfiteatro y echarle un león furioso para que la despedazase. El león se acercó a Rufina y se contentó con blandir la cola y lamerle los vestidos como un corderillo. Enfurecido el Prefecto, mandó degollarla. Así Rufina entregó su alma a Dios. Era el año 287. Se quemó el cadáver para sustraerlo a la veneración, pero el obispo Sabino recogió las cenizas y las sepultó junto a los restos de su hermana. Su culto se extendió pronto por toda la iglesia.

Tu Cáliz de Amargura

Al Cielo con la Valiente!!!

viernes, 16 de julio de 2010

Como tú, ninguna




El arzobispo de Sevilla, Monseñor Juan José Asenjo Pelegrina, bendijo ayer el nuevo retablo de la Virgen de la Estrella que ha sido colocado en la fachada del convento carmelita del Santo Ángel. Este azulejo se coloca en conmemoración del hermanamiento entre la corporación trianera y la Orden Carmelita.


El azulejo, de extraordinaria originalidad, ha sido pintado por el pintor ceramista Ángel Lora, autor de los retablos de la Virgen de la Estrella y de la Esperanza de Triana recientemente inaugurados en las calles San Jacinto y Pagés del Corro respectivamente.



En el azulejo se representa a la Estrella vestida con los colores del Carmelo en una expresión inspirada en la Coronación de la Virgen de Velázquez, aunque ubica a la dolorosa en el monte Calvario

Callejones de Triana

jueves, 15 de julio de 2010

Santa Ana vuelve a Triana


El grupo escultórico que forman la Virgen María, el Niño Jesús y Santa Ana se repuso al culto en su sede en la jornada del martes, 13 de julio. Se situaron estas veneradas imágenes en la capilla sacramental de la "Catedral de Triana", a los pies de la Inmaculada Concepción que preside el altar allí instalado.

Tanto Santa Ana como la Virgen se muestran vestidas igual que en el retablo cerámico de la fachada de la iglesia, es decir, sin el rostrillo metálico que se le comenzó a colocar a partir de los años 70. Se podría hablar de la "Santa Ana de los azulejos" al permitirse ver el hábito monjil que cubre sus cabezas.





No se ha situado en su lugar habitual de culto al estar en proceso de restauración del altar mayor de esta centenaria parroquia trianera.



La llegada del grupo escultórico ha causado gran espectación en el arrabal y fueron muchos fieles y devotos los que se acercaron para poder estar junto a ellas. El coro parroquial, tras la misa iniciada en este templo a las ocho de la noche, interpretó de forma extraordinaria varios canticos en honor a Santa Ana, la Virgen y el Niño Jesús que después de dos años en proceso de restauración en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) fueron felizmente repuestos al culto


Cronología de Santa Ana, la Virgen y el Niño

o 1571. Primera noticia documental sobre las imágenes en el archivo parroquial.

o 1598. Se describen las imágenes como una única escultura situada en el altar mayor del retablo nuevo: “una imagen de Santa Ana de madera de bulto redondo con nuestra Señora y su hijo en brazos”.

o 1619-1620. El escultor Martín Cardeno, según diseño de Francisco de Ocampo, separa el grupo en imágenes independientes y de vestir tal como las conocemos actualmente. Alonso Morales, pintor de imaginería, pintó y doró la peana y sillón que se hicieron para Santa Ana y “adereza algunas cosas del estofado y encarnado de las dos imágenes”. Pedro Nieto , escultor discípulo de Francisco Ocampo, repara los rostros y manos de Santa Ana, la Virgen y el Niño.

o 1690. El platero Ignacio Villar hace nuevas coronas de plata sobredorada para las tres imágenes.

o 1753. Se realizan vestidos y un paso para las imágenes.

o 1865. Se hace un paso para procesionar las imágenes en el Corpus. Se restauran las imágenes.

Pie de imagen: Santa Ana, la Virgen y el Niño en la Parroquia de Santa Ana de Triana . Foto: IAPH/ José Manuel Santos