El Corpus Chico es, sin lugar a dudas, una de las procesiones de referencia de la ciudad. El ambiente que lo rodea, la gran participación fieles y devotos, tanto en el cortejo como del público existente en las calles del viejo arrabal, así como la masiva instalación de altares, colgaduras y embellecimiento de balcones por todo el recorrido de esta procesión centenaria, hacen que sea una delicia de los sentidos y de obligada visita en esta festividad eucarística.
El pueblo de Triana tiene en su alma esta procesión, circunstancia que se refleja con una personalidad muy marcada. Las décadas se notan que han pasado por este cortejo que se vive de forma muy especial.
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