miércoles, 1 de abril de 2009

¡Ay Cristo de las Penas!


¡Ay Cristo de las Penas trianeras!, cómo vas por el Altozano, qué ritmo el de tu cuadrilla, qué gracia en cada cintura; se va quedando atrás la cerámica y la azulejería, elegancia del arrabal, y vas buscando Sevilla con la gracia y con la sal del muelle que así se llamaba, y es que tu capataz huele a puerto y a grúa, a fuerza, a elegancia y a gracia, que la gracia también es verdad en este trabajo duro; mejor no se puede pasear a ese Cristo que talló José de Arce, un artita flamenco, vamos de los Países Bajos, pero cuando veo el son con el que anda este Cristo, que para colmo va sentado, yo me quedo embelesado y convencido de que sí lo hizo un flamenco, pero uno de los nuestros, un gitano de la Cava.

No hay comentarios: